A grandes rasgos, podemos decir que un detector volumétrico es un sensor capaz de detectar el volumen de un objeto determinado, incluido el de una persona que no debería estar en un determinado lugar. Por tanto, se trata de dispositivos de seguridad que se pueden instalar en viviendas y edificios para prevenir la incursión de personas no deseadas.
La instalación de sensores volumétricos para la detección de robos está muy relacionada con la instalación de cámaras de seguridad para traducir en imágenes el trabajo que desempeñan los sensores.
Qué es un detector volumétrico
Un sensor volumétrico se encarga de detectar el espacio que ocupa un cuerpo que se sitúa cerca de él. Por tanto, si se instalan varios sensores de manera estratégica puede ayudar a detectar la llegada de posibles intrusos. Este mecanismo es el que utilizan la gran mayoría de alarmas de seguridad. Los hay de muchos tipos y la tecnología ha permitido que sean cada vez más sofisticados y eficaces.
Ventajas de los sensores volumétricos
Los sensores volumétricos tienen multitud de ventajas, entre las que podemos destacar:
- Son capaces de vigilar espacios interiores y exteriores con gran versatilidad.
- Una vez instalados funcionan de manera ininterrumpida y detectan movimientos las 24 horas del día.
- Son perfectos para controlar accesos vulnerables y las zonas más sensibles de la casa.
- A nivel estético son muy discretos y versátiles para acoplarlos a la estructura de la construcción.
- Muchos incluyen la verificación en imágenes, ya sea en fotografía o vídeo, para descartar las falsas alarmas.
La instalación de alarmas de seguridad continúa en aumento, no solo por su eficacia para evitar robos, sino también por su efecto disuasorio para los amigos de lo ajeno.
Los sistemas de seguridad emplean tres tipos de detectores volumétricos; cada uno con distintas tecnologías y con sus ventajas e inconvenientes. Vamos a verlos:
Tecnología Infrarroja
Esta tecnología tiene que ver con la radiación infrarroja de los seres vivos a partir de los 0º Kelvin. Debido a la temperatura corporal de la mayoría de los seres vivos y, sobre todo de los seres humanos, la radiación emitida es muy importante.
Los sensores volumétricos que utilizan esta tecnología alertan cuando hay una diferencia importante entre la radiación de un ser vivo que se encuentra cercano al detector y la radiación del entorno. Las empresas de seguridad utilizan mucho este tipo de sensores por sus muchas ventajas, aunque también tienen algún inconveniente. Por ejemplo, un cambio brusco en la temperatura del entorno perjudica a la hora de detectar la presencia de una persona. De todas formas es un sensor muy eficaz.
Tecnología de microondas
Esta tecnología se basa en el efecto Doppler, un fenómeno por el que la frecuencia de las ondas que percibe un observador varía cuando el foco emisor o el observador se desplazan uno respecto al otro. Si aplicamos este efecto a los sistemas de seguridad, las ondas que emite un ser vivo cuando se mueve cerca del sensor, son detectadas y alertan sobre la presencia de un intruso.
El problema que tiene este sensor es su gran número de falsas alarmas, por lo que puede ser un sistema poco eficaz en la práctica, según el entorno en el que trabaje.
Tecnología híbrida
En este apartado se incluyen los sensores con tecnología de microondas e infrarroja y es de los más utilizados en los sistemas de seguridad. Su principal virtud es que combina lo mejor de las dos tecnologías y corrige las carencias de ambos. Por ejemplo, la alarma sólo avisaría en caso de cambios bruscos de temperatura o de movimiento. Por eso estos detectores resultan de lo más fiable ya que se evitan las falsas alarmas.
¿Qué tipo de sensor volumétrico instalar?
Cuando se va a instalar un sistema de seguridad en una vivienda o edificio, llega el momento de elegir el tipo de sensor que mejor se adapte a sus necesidades. Hay muchos factores que influyen a la hora de tomar esta decisión, como pueden ser el entorno y amenazas existentes, la localización del sistema de seguridad, el presupuesto, las necesidades que tiene el dueño del bien que va a proteger, etc.
Si se quiere tomar la decisión correcta, lo más recomendable es confiar en profesionales expertos y experimentados que llevarán a cabo un análisis previo de todas las variables para elegir el detector más idóneo.
Hay edificios, como una fábrica o almacén, donde se necesitan sistemas de seguridad a nivel interno y externo. En estos casos, los detectores híbridos son los más recomendables. Sin embargo, en entornos más pequeños, como una oficina o una tienda, se pueden instalar perfectamente sensores por microondas o infrarrojos, ya que está comprobada su eficacia.
Aparte de la elección de detectores, también hay que decidir si se emplean equipos con verificación de imágenes o sin ellas. En viviendas es habitual la instalación de cámaras de seguridad, pero en otros entornos hay que tomar la decisión que garantice una mayor eficacia.
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